Propuesta mundial contra el bloqueo económico
Por lo menos una veintena de países son formalmente víctimas de “sanciones” por parte de EE. UU. Desde 1992, en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas, todos los países menos EEUU e Israel han votado contra las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el país del norte a Cuba. A pesar de la evidente mayoría, EEUU ha hecho caso omiso. Los buenos deseos, las denuncias y los llamamientos para levantar los bloqueos no han sido suficientes para impedir estas acciones genocidas contra pueblos enteros.
Acabar con estas prácticas injerencistas pasa por resarcir dos graves errores que como humanidad cometimos en 1944 y en 1971. Para ello es necesario conocer, primero, cómo funcionan las “sanciones”. Veamos un ejemplo.
Cuando la empresa de alimentos “X” de, por ejemplo, México quiere comercializar con la empresa “Y” de Venezuela (país sancionado) el gobierno de EEUU, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) le envía un mensajito y le dice: “si ustedes venden alimentos a Venezuela, nosotros congelaremos todas las cuentas bancarias que tienen en el sistema financiero mundial. Por lo tanto, si la empresa venezolana “Y” les paga los alimentos, ustedes no podrán disponer de ese dinero, ni tampoco del que ya tienen en sus cuentas. Ni siquiera se molesten en transferirlo a otra cuenta bancaria porque también se la bloqueamos. Ah, y si la colocan a nombre de otra persona o empresa, bloqueamos esa otra también”.