Teoría general de los precios, el salario, la producción y el dinero en guerra económica
Con la siguiente cita de Karl Marx tomada de “Salario, precio y ganancia”, transcripción de las conferencias que dio en 1865 en el marco de la Primera Internacional, comienza mi reciente libro titulado “Teoría general de los precios, el salario, la producción y el dinero en guerra económica”: “Los valores de los artículos de primera necesidad y por consiguiente, el valor del trabajo pueden permanecer invariables y, sin embargo, el precio en dinero de aquéllos puede sufrir una alteración porque se opere un cambio previo en el valor del dinero.
Con el descubrimiento de yacimientos más abundantes etc., dos onzas de oro, por ejemplo, no costarían más trabajo del que antes exigía la producción de una onza. En este caso, el valor del oro descendería a la mitad, o al 50 por 100. Y como, a consecuencia de esto, los valores de todas las demás mercancías se expresarían en el doble de su precio en dinero anterior, esto se haría extensivo también al valor del trabajo. Las doce horas de trabajo que antes se expresaban en seis chelines, ahora se expresarían en doce.
Por tanto, si el salario del obrero siguiese siendo de tres chelines, en vez de subir a seis, resultaría que el precio en dinero de su trabajo sólo correspondería a la mitad del valor de su trabajo, y su nivel de vida empeoraría espantosamente. Y lo mismo ocurriría en un grado mayor o menor si su salario subiese, pero no proporcionalmente a la baja del valor del oro. En este caso, no se habría operado el menor cambio, ni en las fuerzas productivas del trabajo, ni en la oferta y la demanda, ni en los valores.
Nada habría cambiado menos el nombre en dinero de estos valores. Decir que en este caso el obrero no debe luchar por una subida proporcional de su salario, equivale a pedirle que se resigne a que se le pague su trabajo en nombres y no en cosas. Toda la historia del pasado demuestra que, siempre que se produce tal depreciación del dinero, los capitalistas se apresuran a aprovechar esta coyuntura para defraudar a los obreros.”
Las intervenciones de Marx en dicha conferencia se centraron en rebatir los planteamientos de John Weston quien se oponía a los aumentos de salarios porque, según él, derivarían en aumentos de precios.
Estos planteamientos están vigentes en Venezuela por parte de quienes, con posiciones reformistas y argumentos monetaristas repletos de contradicciones, intentan justificar el no ajuste de los salarios ante una hiperinflación que ha sido criminalmente inducida en el marco de una guerra económica contra el pueblo venezolano por parte del imperialismo. Al calor de este debate que se está dando en las calles, fábricas y puestos de trabajo, es que hemos escrito este libro.